Cosido a tu pecho.
Déjame coser tu pecho al mío.
Déjame trazar puntadas dolorosas
que al final nos unan para siempre
(o por lo menos hasta mañana).
Déjame usar de hilo las venas
(como calles en esta ciudad)
que tantas veces he querido desgarrar
y ahora quiero enrollar a tu cuello.
Déjame usar como aguja tu polla
que parece vigilarme en la oscuridad.
Y así, cosido a tu pecho,
mo oirás respirar cuando amanezca,
te oiré latir cuando me pienses,
sentiré tu entrepierna embravecer
y tú mi bragueta llamarte a gritos.
Y así, cosido a tu pecho,
el frío de mi almohada será tibio
y las olas de tu pelo, como el mar,
bañarán nuestros cuerpos
tras el juego que nos hace sudar.
Y así, cosido a tu pecho,
volveré a creer en la belleza.
0 comentarios