¿Por qué hay que ponerle título a todo?
El lunes pasado, día tres de septiembre, fue un día totalmente fuera de rutina. Una manera estupenda de saltarse la rutina, por otro lado. Y sin embargo...
Y sin embargo me sentí triste y decepcionado (no me preguntéis por qué, no lo voy a decir. No aquí por lo menos. Si queréis, delante de un café y sin http's de por medio). Y digo que fue un día fuera de toda rutina porque por un lado pude conocer a una persona y comer con ella. Es estupendo encontrarte a buena gente con la que poder hablar de cualquier cosa y reírte de todo. Pocas veces ocurre que conectes bien con alguien al que apenas conoces y que desde el primer momento notes el buen ambiente. Por otro lado, ya por la noche, dimos en el conservatorio de Ciudad Real un concierto del que se puede decir que es el mejor concierto que hemos dado en Ciudad Real ( Ay! mi Oretania querida ). Y sin embargo...
Y sin embargo, cuando me acosté, tenía algo en el estómago que me mordía fuerte. Tal vez sea la desazón de la vuelta a Madrid y el comienzo del curso (¿volver a un sitio significa volver a la desidia de días pasados en ese mismo lugar?); tal vez sea darse cuenta de que ha finalizado uno de los veranos más estúpidos de mi vida; tal vez sea... no, eso creo que no.
Esa es la cuestión: ¿Por qué al acostarme me sentí vacío? Era una sensación parecida a la del desamor... ¿Me habré enamorado?
Y sin embargo me sentí triste y decepcionado (no me preguntéis por qué, no lo voy a decir. No aquí por lo menos. Si queréis, delante de un café y sin http's de por medio). Y digo que fue un día fuera de toda rutina porque por un lado pude conocer a una persona y comer con ella. Es estupendo encontrarte a buena gente con la que poder hablar de cualquier cosa y reírte de todo. Pocas veces ocurre que conectes bien con alguien al que apenas conoces y que desde el primer momento notes el buen ambiente. Por otro lado, ya por la noche, dimos en el conservatorio de Ciudad Real un concierto del que se puede decir que es el mejor concierto que hemos dado en Ciudad Real ( Ay! mi Oretania querida ). Y sin embargo...
Y sin embargo, cuando me acosté, tenía algo en el estómago que me mordía fuerte. Tal vez sea la desazón de la vuelta a Madrid y el comienzo del curso (¿volver a un sitio significa volver a la desidia de días pasados en ese mismo lugar?); tal vez sea darse cuenta de que ha finalizado uno de los veranos más estúpidos de mi vida; tal vez sea... no, eso creo que no.
Esa es la cuestión: ¿Por qué al acostarme me sentí vacío? Era una sensación parecida a la del desamor... ¿Me habré enamorado?
4 comentarios
Namelessman -
ejem... como iba diciendo... q d decir d aqel dia q la pixa estaba muy sabrosa ;)... la d telepixa malpensa@s!!!
gracias x aber qedao conmigo se t ve buena personilla humana jajaja... ;)
un abrazo
RiSy -
Y sí, fue un concierto increíble. =)
anonimo -
Anonimo -
ES broma. Los comentarios, como tú dices, con un café por medio.